En el episodio 7 de Cosmos, "La Habitación Limpia" ("Tiempo antes del tiempo"), Neil deGrasse Tyson comienza nuestro recorrido viajando a los mares superficiales que formaron lo que hoy conocemos como el "Gran Cañon", billones de años atrás, en lo que en ese entonces era la época precámbrica, para averiguar el único tipo de vida en el planeta en ese entonces : la bacteria azul-verde. El oxígeno, uno de los productos de fotosíntesis por microbios como la cyanobacteria y sus descendientes, incluyendo algas y plantas mayores, transformaron la Tierra Precámbrica e hicieron posible la evolución de organismos más complejos. 

Alrededor de 580 millones de años atrás, la vida en la Tierra comenzó un período rápido de cambio llamado la Explosión Cámbrica, un período definido por el nacimiento de nuevas formas de vida durante muchos millones de años que al final ayudaron a formar la moderna diversidad de animales. Los fósiles ayudan a los paleontólogos a armar la historia de la evolución de la vida hasta aquellas épocas, pero dibujar la imagen de la vida durante los 3 billones de años que precedieron al Período Cámbrico es algo retador, debido a que las células precámbricas, de cuerpos muy etéreos, raramente dejaban impresiones fósiles. Sin embargo, aquellas formas de vida temprana sí dejaron un tipo de fósil microscópico y abundante: ADN.

Ya que todos los organismos vivos poseen sus genomas provenientes de genomas ancestrales, biólogos computacionales de la MIT, pensaron que podían usar genomas modernos para reconstruir la evolución de microbios antiguos. Combinaron información de la siempre creciente biblioteca del genoma con su propio modelo matemático que toma en cuenta las formas en las que evolucionan los genes: nuevas familias de genes pueden nacer y ser heredados; los genes pueden ser intercambiados o transferidos horizontalmente entre organismos; los genes pueden ser duplicados en el mismo genoma o pueden perderse.

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